Periodismo deportivo rastrero
OFF JOKES | OPINIÓN
Nadie se imaginaría la noticia de un atentado, un acuerdo parlamentario, un suceso ameno o cualquier otro de mayor o menor gravedad, contado con ese sensacionalismo exacerbado e inyectado con un fondo musical de Gladiator y con tambores invocando tragedias y melodramas, ni montajes videográficos llenos de cortinillas mareantes y filtros propios de un videoclip de los 90, ni imágenes repetidas hasta la saciedad una y otra vez, una y otra vez, ni voces en off llevando los errores hasta las desgracias ni los rumores hasta presagios catastrofistas. Identificarías al instante que no estás viendo un telediario ¿no?.
No creo que tenga que ser tabú mostrar el equipo del que llevas siendo toda tu vida (sí, aunque seas periodista), otra cosa es que siendo un periodista profesional con un papel en las primeras cadenas televisivas de la parrilla tengas la decencia de no hacer de las noticias deportivas un antojo sectario e individual para beneficiar y vanagloriar o perjudicar y señalar a quien a ti te salga de los bemoles. Simplemente porque sí. Y con el agravante de escudarse con ser la cúspide del periodismo deportivo, algo que parece que se atribuyeron en un momento que nadie sabe, como si fueran irrefutablemente objetivos: los huevos. Ocurre en La Sexta, en Cuatro, y en los ciento y la madre. Da igual.
En la vísperas del mundial puedes llenarte los ojos de mensajes de apoyo a la Roja: unión, fuerza, equipo, todos a una, podemos. Nada más falso, todo eso dura hasta que el equipo cae eliminado. Entonces buscas cortar cabezas, para sosiego personal y porque necesitas una noticia de mierda para alentar polémica y centrar tu trabajo profesional (periodismo, insistamos) en el escándalo y no en los meros hechos. Ese es el periodismo deportivo hoy.
Por eso la sección deportiva de las noticias no es periodismo, es ficción.
Y lo más grave no es que ya ni lo oculten, sino que no parece que esto tenga freno. Una cosa enfermiza y rastrera.
Y lo más grave no es que ya ni lo oculten, sino que no parece que esto tenga freno. Una cosa enfermiza y rastrera.
Hay periodistas que llegan a hacer lo que se ve en los ejemplos que documentan este artículo. Una vez eliminados de Rusia 2019, se acabó el patriotismo del que presumían. Ya no hay equipo, ya no estamos unidos, ya no hay fuenteovejuna. Toca localizar a los culpables y señalarlos (menudo patriota traidor). Y lo mejor es que muy, pero que muy lejos del rigor profesional, si pueden asociar al culpable que peor les caiga con algún tipo de asunto totalmente ajeno al deporte pero que personalmente les molesta de él, van y lo hacen sin escrúpulos. Sáltese toda la profesionalidad por la que se hizo usted periodista y acuda a la hoguera con la que más leña pueda avivar el fuego y sin importar el coste. "Piqué nos independiza del mundial", ¿se puede ser más mezquino? Pues sí. Pero espérense, que voy a subir una foto de Ramos llorando por mi país, que para algo juega en el equipo yo defiendo. Ser periodista de La Sexta y segregar la opinión de las masas que te siguen de esta forma tan suculenta: Ramos llorando y Piqué, el independentista.
Habrá quien lea este artículo y opine del autor que es antimadridista, o que el Piqué me caiga mejor, incluso que simpatizo con el independentismo. Otra visión sesgada de lo que aquí hablo. Y es que no es preciso tener que explicar siempre que por ambos siento admiración deportiva, independientemente de lo que me parezcan en lo personal. Sí, ser un ser un crack deportivo no está reñido con ser gilipollas. También me pasa lo mismo con Rafa Nadal.
Pero lo que aquí defiendo, es que siendo periodista, no seas comedido con tu futbolismo personal y traiciones a tus compatriotas deportivos cuando precisamente presumes de españolismo, de equipo y de profesionalidad.
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