No queremos flores, sino igualdad
Escrito por M. Martínez
De nuevo llega otro 8 de marzo Día de la mujer Trabajadora, día de reivindicaciones, de derechos e igualdad con respecto al hombre. Y yo me hago varias preguntas:
¿Por qué haciendo el mismo trabajo la mujer cobra menor salario?
¿Por qué si eres madre tienes mas dificultades para que te contraten?
¿Por qué si el hombre y la mujer nacemos libres no tenemos los mismos derechos?
¿Por que tenemos que esperar a que nos llegue la igualdad?
¿Por qué a día de hoy todavía nos quieren hacer sentir que somos inferiores al hombre?
Que nunca se deje de celebrar este día, aunque algún día consigamos todo lo que reivindicamos para que no se nos olvide toda la lucha que hemos llevado a cabo y sobretodo en memoria de esas mujeres que un día perdieron la vida por luchar por lo que creían justo, porque sino luchamos las mujeres, nadie luchará por nosotras.
La desigualdad entre hombres y mujeres no es nada nuevo, aunque es obvio que nos queda un largo y duro recorrido por hacer, si cada vez somos más luchando por la misma causa nos daremos fuerza para seguir hasta conseguir nuestros objetivos, ya que las mujeres pedimos y exigimos tener los mismos derechos que el hombre y que estos se apliquen. Es lo que se llama Feminismo, lo que significa: Ideología que promueve que las mujeres tengan los mismos derechos que el hombre. Y es que no hay justicia sin igualdad.
Las mujeres tenemos la obligación y el deber de liberarnos de las garras del patriarcado que tanto daño nos han hecho y siguen haciendo. En lo que se refiere a la brecha salarial (existe una ley para terminar con esa brecha), se cumple en las administraciones públicas.
¿Por qué no se hace nada para que en el resto de empresas se cumpla dicha ley? Muy fácil, porque al gobierno de turno le importa un carajo, cuando la solución es muy sencilla, haciendo inspecciones de trabajo y la empresa que no cumpla la ley se le aplica la sanción que corresponda.
Tengo una crítica hacia algunas mujeres y tengo una pregunta que hacerles a aquellas que tienen a alguien para que les quite la mierda de su casa o cuiden de sus hijos: ¿esa chica que tienes en tu casa para que te haga ese trabajo la tienes dada de alta? Si la respuesta es SÍ mi boca queda cerrada, pero si la respuesta es NO, ya estás tardando en acercarte a una oficina de la Seguridad Social y darle de alta, ya que esa persona también tiene sus derechos y hay un contrato para Trabajadoras del hogar por sino lo sabías. Ya te lo digo yo, al igual que tú tienes un contrato de trabajo y vacaciones, esa persona también tiene sus derechos. A este respecto también tengo que decir que las trabajadoras del hogar cotizan pero no tienen derecho a percibir ni paro, ni ayuda familiar, ya que no se cotiza para esa contingencia. Una discriminación más hacia las mujeres, cuya persistencia ya se encarga el gobierno de turno (en este caso el PP y sus aliados). No les sale de las narices ratificar el Convenio 189 de 2011 de la UE sobre Trabajadoras del hogar para obtener este derecho, como el resto de países de la UE que ya la han ratificado como Alemania, Bélgica, Finlandia, Irlanda, Italia, Portugal, Suiza, etc.
A nadie le gusta ir a quitar mierda a casa ajena, pero ya que lo hacemos por no poder acceder a otro tipo de trabajo por circunstancias varias, que menos que se nos reconozca legalmente y con derechos, que nosotras, las que hacemos ese trabajo nos sintamos dignas, no meras escobas y fregonas andantes sin derechos.Y esto no me lo podéis negar. Muchas de vosotras queréis tener quien os quite la mierda de vuestra casa y os cuiden a vuestros hijos malcriados teniendo a una persona por cuatro duros de mierda y sin que tenga derechos.
Hay incluso mujeres a favor de la brecha salarial. Hace días, viendo una tertulia en televisión decía una mujer periodista, y lo escribo tal, "las mujeres no pueden cobrar lo mismo que los hombres porque la mujer no rinde en el trabajo igual que el hombre, porque llega cansada de casa por estar cambiando pañales". Oye, y no se le cayó la cara de vergüenza ni nada, eh. Y ya para colmo, el periodista que tenía al lado comenta que 'alguien había hecho un estudio donde quedaba reflejada que para obtener la total igualdad de género tendrían que pasar 127 años. Como lo leéis, ¡127 años! El periodista no estaba muy a favor sobre la igualdad de género, y así vamos. Con gente como esta, madre mía, me voy a morir y no lo voy a ver.
¿Cómo hemos llegado a esta lucha por la igualdad de género? Pues porque las mujeres ya nos hemos hartado de estar bajo el yugo del patriarcado. El machismo que es la actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres, que es lo que ha hecho que las mujeres tengamos esa carencia de derechos. Esta lacra del machismo la sufrimos día a día en todos los ámbitos, y es lo que ha hecho que las mujeres hayamos estado siempre viviendo como si fuéramos de segunda, a veces hasta de tercera categoría, porque así lo querían ellos. Durante décadas, algunos hombres han creído que tenían el poder, el deber y el derecho de estar por encima de la mujer y tratarnos como si fuéramos meros objetos, que solo servíamos para dar a luz, para hacer la comida, para lavarle los calzoncillos y hacer todo lo que el hombre dispusiera sin que la mujer pudiera opinar o decidir qué hacer con su vida. Pues mirad, hijos míos, las mujeres tenemos el derecho y el deber de elegir con total libertad lo que queramos hacer con nuestro cuerpo y nuestra vida, porque la mujeres pueden llegar a ser todo lo que se propongan.
Recuerdo mi época de instituto y esas clases de educación física. Cuando salíamos al patio, el profesor decía "vamos chicos, que empezamos a calentar, los niños diez vueltas y las niñas ocho".¿Sabéis quién de las niñas que estábamos continuaba dando vueltas con los niños hasta completar las mismas vueltas que ellos? Pues esa era yo, porque me negaba a aceptar lo que decía mi profesor, porque yo no era menos que los niños y esa era una forma de rebelarme sobre algo que consideraba injusto. Me estaba rebelando contra ese machismo del profesor sin tener conciencia de ello.
Si las mujeres ya nos hemos sentido usadas y manoseadas por el patriarcado tenemos, la obligación de dejar de ser dominadas.
Ahora voy a tocar un punto del cual me gustaría no tener que escribir, por ser una maldita lacra de la sociedad: la violencia de género. El machismo genera un sin fin de situaciones y desigualdades que en muchos casos acaba en violencia hacia las mujeres. Tenemos cifras de mujeres asesinadas que escandalizan, habiendo sido previamente maltratadas, humilladas, golpeadas y torturadas. Sabiendo todo esto, aún hay que leer y escuchar a algunos energúmenos que sobre violaciones, asesinatos y discriminación salarial, argumentan que es un invento y que aquí no pasa nada.
EL FEMINISMO NO MATA. EL MACHISMO, SÍ.
(Este punto me gustaría dedicárselo a Mercedes y Cristóbal, este niño era compañero de clase de mi hijo y fueron asesinados a manos de su padre y pareja, no os olvido).
Si queremos tener una situaciòn igualitaria en un futuro cercano, debemos empezar a educar a los niños/as desde casa en la igualdad, dando ejemplo, ya que los niños aprenden por imitación. El machismo es el reflejo de nuestra educación, y tenemos la obligación y el deber como padres y madres de cambiar esa conducta. Los hombres no tienen que decidir todo.
Dejemos de contarle cuentos de princesas a nuestras hijas y empecemos a educarlas a ser luchadoras y guerreras, aportándoles las herramientas necesarias para que emprendan el vuelo de la vida siendo independientes y libres, sin necesidad de la aceptación de un hombre. Y a los niños no vayamos contándoles los cuentos de superheroes que siempre salvan a la pobre mujer en apuros. Cenicienta no tiene que esperar a que vaya el príncipe azul a llevarle el zapato perdido. Cenicienta es capaz de salir y buscar el zapato ella solita.
Todavía queda mucho trabajo por hacer para que el machismo deje de estar presente en la sociedad actual y futura, las mujeres tenemos que hacer todo lo posible por eliminar los estereotipos de la cosificación a la mujer.
En todas las épocas de la historia hubo mujeres que han desobedecido al patriarcado, a día de hoy somos cada vez más y tenemos que intentar transformar nuestra sociedad hacia la igualdad de ambos sexos. El cambio debe ser imparable, o lo que es lo mismo y dicho con otras palabras: las mujeres tenemos la responsabilidad de terminar con la desigualdad y la violencia, romper todos los roles de género, desobedecer al patriarcado, luchar por nuestras libertades y derechos, protestar por cada injusticia y hacernos visibles.
Libres libres queremos ser, queremos ser queremos ser libres, y sobretodo nos queremos vivas, y si no. La lucha continúa hasta que lo consigamos.
Artículo escrito por M. Martínez.
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