Primo Mayor o Cómo una manga larga en verano no trae nada bueno

Por R. Palomeque // Follow @Palomiujsimpson

Esta mañana he pasado por la Plaza de San Pedro, un lugar histórico de Sevilla donde he disfrutado de grandes tardes con amigos en mi juventud. Pero en uno de los banquitos había un grupo de chavales sin camisetas que al pasar me han increpado y me han dicho "Mira el pringao ese con la camisita de mangas largas. Chulo, ¿no tienes calor? Te va a dar un amarillo." 
Me volví y haciendo gala de mi talante conciliador he tratado de convencerles de que el camino que llevan no es el correcto. 

Así que les dije lo siguiente:  

"Vamos a ver chavales, a mí también me gustaría poder estar aquí a la sombrita con ropa más cómoda y disfrutando de la mañana, pero entended que para mí esto es una tortura que tengo que sufrir por mi trabajo. Sé que no sabéis qué es eso, porque la situación económica del país os ha privado de tener vuestra primera experiencia laboral, aunque tampoco creo que la vayáis a poder tener con esa actitud; aquí sentados, en un banquito desde las diez de la mañana y sin hacer nada. ¿Y eso de ir sin camiseta? ¿Es una moda? Pues que sepáis que en mis tiempos llevábamos camisetas to guapas de fútbol del Manchester, de Brasil, de Inglaterra y no ahora todos sin camisetas que parece que estéis en una sauna. ¿Y esos tatuajes? Eso es una mierda hombre, en mis tiempos llevábamos sellos y cordonacos de oro más gordos que los dedos de King Kong, tengo amigos con problemas de espalda del peso que llevaban en el cuello. Los usábamos como como armas en las peleas. ¿Y esas bambas? Normal, no tenéis ni puta idea de lo que es llevar unas buenas Salomon o unos Nike de muelles gordos. ¿Y ese mojón de patinete eléctrico? ¿Eso qué es? ¿Lo que llevan los gordos del estado de Mississippi? Vaya chorrada, cuando yo era joven llevábamos motos, si motos, pedazos de motos empinadas con sus variadores Polini y tubarros. ¿Y con esa pinta os creéis que podéis vacilar a un tipo como yo criado en los 90? Me parto con vosotros."

Creo que he cumplido con mi obligación como ciudadano y les he dado una lección. Y si ahora algún amiguete quiere venir a recogerme se lo agradecería, porque se han llevado mi cartera, mi coche y el patinete que me han dejado no tiene batería suficiente como para llegar a casa.