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"Te guiarás por la Constitución", pero la guía no es igual para Leonor y Noelia

OPINIÓN
"Te guiarás por la Constitución" decía ayer Felipe VI en la entrega a su hija Leonor del Toisón de Oro, un collar que simboliza la máxima distinción, compuesto íntegramente de oro y valorado en 50.000 euros. Este era el regalo que el monarca hacía a su princesa en la celebración de su 50 cumpleaños.

"Te guiarás por la Constitución", me repito como un mantra que chirría dentro de mi cabeza. Algo inmediato no me encaja en el eco provocado por estas palabras. Es algo torpe, como esas veces erróneas en que tratas de encajar un USB en la ranura del dispositivo. No me entra. No me encajan y ya sé por qué. No me encaja una Constitución que me guíe como una Estrella de Oriente, como ley fundamental de un Estado que rige deberes y libertades para quienes lo componen, que secciona, disgrega y parcela de manera pavorosamente desigual entre unos y otros ciudadanos (confieso que detesto esta palabra), sin enterarnos aún a estas alturas de la fiesta de la democracia, que esto no va de hombres y mujeres como miembros rasos en el ir y venir de un país cuyo balanceo otorga a cada uno una suerte distinta, sino que va de un abismo entre las clases sociales a las que pertenecemos, por la irrefutable razón de que ahí naciste, ahí permaneces y nada cambia porque un buen puñado oligarcas lo han querido así. Asúmalo.
Y me corrijo cuando digo 'una suerte distinta', porque más que el azar de nuestras vidas, son el status de vida trazado y pensado por un sistema que pisa a los escalafones inferiores para que ellos sigan elevados en las nubes.
Lo ves todos los días, durante años, tú no serás noble, ni rentista, ni estarás en esa pantomima llamada 'clase media' que se encarga de decirte que aún con tu salario de mierda, eres un privilegiado porque hay gente más pobre que tú, a la que se le deja el galardón de 'clase baja'. Así ya te sientes mejor, protestas menos y todos contentos.   

Tanto tienes tanto vales, pero si un día se te tuerce la vida, tú te irás al carajo mientras que otros tendrán la abundancia por el simple hecho de pertenecer a una estirpe rica, aunque ambos estéis bajo esa misma Constitución. Por ello, aunque la carta magna contemple los derechos que cubren la seguridad del bienestar para quienes fueron creados, su inexistente aplicación deja en un asunto ridículo el breve discurso elegido por Felipe al referirse a ella como guía, que mantendrá a su hija en sábanas de seda y a otros tantos miles entre trapos prestados. Grandes diferencias, gran desigualdad. Algo muy hipócrita.

Misma Constitución, pero garantías dispares


Leonor 

12 años. Princesa de Asturias, título por el que se le asigna en 2014 el disfrutado por su madre por entonces, 102.464 euros anuales extraídos de los fondos públicos. La Constitución garantiza de por vida el bienestar de su existencia. Está recogido en el artículo 65.1, donde se detalla que el rey distribuye libremente la cantidad que recibe del Estado para el sostenimiento de su familia y Casa. 

Noelia*

12 años. Hija de Isabel Rodríguez. Sufrió el desahucio (foto) de la casa en la que vivía con sus padres en 2013, junto a su sus abuelos y su tío (con un 70% de minusvalía). Toda la casa fuera, todas sus cosas. Sufrió la violencia de presenciar como las fuerzas de seguridad sacaban a los miembros del hogar. Por entonces ella contaba con ocho años. Su ropa, sus zapatos, sus muebles, la comida, todo sacado a la acera de la calle. Un esperpento incomprensible grabado en sus ojos. Ella no tiene garantizado el bienestar de su existencia en la Constitución. Existe el derecho a una vivienda digna en el artículo 47, pero no se garantiza porque es mentira. Y es mentira porque a Noelia la echaron a la calle, y tras eso, nada ni nadie le garantizó otra vivienda (que la tuvo, de hecho tuvo varias, de un lado para otro).


La misma Constitución para Leonor y para Noelia, pero derechos y deberes muy diferentes para ser tomada como guía sagrada. Quizás un día Leonor se percate de que la carta magna mola, pero para ella sola, y tome conciencia del día en que su padre le dijo "servirás a España con humildad (con un collar de 50.000 euros) y harás tuyas todas las preocupaciones, alegrías, anhelos y sentimientos de los españoles". Para entonces Leonor será tan adulta y española como Noelia, pero no pobre como la segunda, ya que hizo lo que le pidió papá: guiarse permanentemente por la Constitución que la mantuvo ahí pero no por otra que dejase al resto del Estado fuera de toda pobreza. 


*Noelia es el nombre ficticio de una menor que a los 8 años fue desahuciada junto a su familia en Toledo, en el año 2013. Para proteger su identidad no se facilitará su nombre real. Varios medios se hicieron eco, y el fotógrafo Andrés Kudacki capturó instantáneas de gran dureza. 


Fuentes:
https://www.cambio16.com/actualidad/la-vida-despues-de-un-desahucio/
https://www.cuartopoder.es/espana/2013/09/25/la-policia-desaloja-violentamente-una-vivienda-social-en-villaverde
http://www.eldiario.es/sociedad/agonia-soportar-varios-intentos-desahucios_0_348915754.html
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